ROBERTO MORELLI

FOTOS: ABC Color/Celso Ríos

Por Javier YUBI

Dos meses de trabajo bastaron para que Roberto Morelli complete 17 cuadros que retratan emblemáticos edificios de la capital paraguaya. Y son las pinturas que el público verá durante la exposición titulada Asunción en el recuerdo, que habilita el miércoles 25 de noviembre, en la nueva galería de arte Expresiones.A medida que las pinceladas corren sobre el lienzo, los clásicos edificios asuncenos empiezan a tomar formas y colores. El Panteón de los Héroes, el Ferrocarril Central, la Recova de la calle Colón, el Bar San Roque, el Cabildo, el Palacio de López, el Teatro Municipal y la calle Palma adquieren un aire nostálgico con las tonalidades y elementos que les agrega Roberto Morelli. Las vestimentas de las gentes, los carruajes tirados por caballos o desaparecidas casas coloniales avivan los misterios del pasado en los 17 cuadros pintados exclusivamente para la muestra Asunción en el recuerdo, que se inaugura el próximo miércoles 25 de noviembre, en la nueva galería Expresiones, del marchand Santiago Abente Romaschka.“Es una temática que la suelo tocar, solamente que esta vez con Santiago, quisimos profundizar la serie y traer la mayor cantidad de imágenes de la Asunción antigua, un poco imaginado, un poco real, para dar la visión de un tipo de pintura que me gusta mucho”, dice Morelli, acerca de su nueva colección que valoriza el patrimonio arquitectónico de la ciudad.El pintor asunceno, nacido el 1 de agosto de 1944, trabaja la técnica del óleo y se apoyó en fotografías antiguas e imágenes actuales que él mismo tomó con su cámara para encontrar el perfil ideal de las construcciones más reconocidas que aborda como temática. “Para hacer estas obras yo me basé en fotografías antiguas y actuales. En las de antes hice modificaciones y les incluí elementos para hacerlos más nostálgicos: personajes, construcciones que ya no se ven, carros con caballos: Y a las fotografías actuales, que yo mismo saqué, también les agregué cosas para darles esa sensación de un viaje al pasado”.Roberto Morelli estudió dibujo y pintura en Buenos Aires, en los años 60. Pero antes que dedicarse al arte, optó por trabajar en la herrería. Recién en 1987 dejó de lado los yunques y martillos para tomar los pinceles e iniciar su etapa de pintor. En dos décadas y más de vida artística, realizó muestras colectivas e individuales. Su serie de músicos y personajes caricaturescos tienen sello propio. “Mis pinturas abarcan también frutas, paisajes, caballos. Yo me siento cómodo con diversos géneros”, reconoce sin asumir poses.El arquitecto Hugo Bogado Barrios, autor de la crítica para la muestra Asunción en el recuerdo, deja volar la imaginación en su escrito que expresa: “Ensoñación escenográfica. Escala humana proyectual. Maestría en la textura de la luz. Arquitectura, camino y peatón de otro tiempo, otra tenida. Auténtica identidad, telúrica originalidad. Enseñanza urbana del espacio, épocas históricas y patrimonios conmemorativos e itinerantes. Roberto Morelli: didáctico, talentoso, magistral… este gran maestro nos muestra, nos cuenta, de dónde venimos, dónde estamos, como en un presente pasado. ¡Grandiosidad real, nuestros orígenes!”. ExposicionesMorelli expuso sus obras en forma individual en las galerías: “El Viejo Galpón” (1989 y 1990); “Nuevo espacio” (1989 y 1993); “Liliana Boccia Galería de Arte” (1991, 1992 y 1994); “El Patio” (1993, 1994 y 1995); “Museo Nacional de las Bellas Artes” (2001); “Arte actual” (2005). En forma colectiva participó de unas cincuenta muestras. Y en el exterior mostró sus cuadros en el Centro Cultural de la Municipalidad de Córdoba, República Argentina (1994); Montserrat Galery (Nueva York, 1996); Centro Cultural Gap (Francia, 1998); Visión de Pintores Paraguayos en Toulouse (Francia, 1998); Pintura del Paraguay en Issy les Moulineau (Francia, 2001).Martillos por pincelesRoberto Morelli viajó a Buenos Aires e ingresó a estudiar Dibujo y Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, entre los años 62 y 65. Salió antes de recibir el título de profesor y volvió al Paraguay para dedicarse al oficio de su padre: herrero. Diseñaba faroles, arañas y apliques que le hicieron ganar buen dinero. Pero en 1985, se retiró de la actividad y empezó su vida de pintor. También se dedica a la docencia: desde hace 19 años enseña Dibujo y Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Asunción.

20 de Noviembre de 2009 10:48 ABC Color